OPERCIÓN FENIX
Red informativaCon toda seguridad Alvaro Uribe Vélez jamás sospechó la secuela del desfavorable ejercicio bélico denominado pomposamente "Operación Fénix", por el que en estos momentos recibe la reprobación mundial y el total aislamiento de América Latina.
Sancionado en el encuentro de Santo Domingo a pesar de generosos perdones ofrecidos a su estilo mesiánico de letra con sangre entra, habrá que detenerse unos instantes en el pomposo título con que bautizó el asesinato para transportarse a otros tiempos de noche y niebla con idénticas guerras, torturas y muertes como las que ocurren hoy en la "democrática" Colombia. Propuesto por la CIA y aceptado por el Estado Mayor en su conjunto, el Plan Fénix comenzó a desplegarse a partir de julio de 1967 en la guerra de Vietnam. Ambicioso sistema de búsqueda y centralización de información con capacidad vertiginosa de reacción militar, su misión era revitalizar la contrainsurgencia en Vietnam.
Bautizado en su fase inicial como ICEX (siglas de Coordinación y Explotación de Inteligencia), respondía al mando del ejército y su clave era la libertad de acción de pequeños grupos distribuidos bajo la dirección de un consejero Fénix de la CIA, con capacidad de obtener rápidamente la intervención del ejército regular sur vietnamita y las tropas estadounidenses para operaciones en contra de escondites o lugares de reunión de la insurrección vietnamita.
Ya desde entonces los prisioneros políticos del Plan Fénix no se inscribían en la definición del prisionero de guerra que instituyen las convenciones de Ginebra y tampoco podían ser identificados como militares.
El Plan adoptó como emblema al animal sagrado, símbolo de paz y prosperidad para los asiáticos, y también un animal que huye ante el menor peligro, alegoría en occidente de lo que renace de sus cenizas. Detrás de esa turbia pintura poética hallaremos la mísera realidad de una gran operación de contrainsurgencia sin cordura en sus objetivos, brutalidad maligna e ineficacia para contrarrestar su hostilidad de ocupación extranjera injustificada.
No olvidemos que desde una gran victoria contra Francia y ante la ocupación del país por esta administración militar de pasado oscuro y colonial, se les opuso la imagen de libertadores de todos los miembros de la resistencia y los métodos arbitrarios del régimen títere remataron la confianza de una población que tenía todo para perder.
Sin embargo, la CIA siempre sostuvo que el Plan Fénix será invariablemente el método más pragmático para lograr el control de un país, porque conduce a librar una guerra sucia como la originada en las selvas de Indochina y las calles empinadas de Argel, doctrina moderna que todas las dictaduras aplicaron. Concebida por el ejército francés para sus ofensivas coloniales, fue aceptada con empeño por discípulos argentinos que importaron el concepto de subversión de estos mismos franceses que habían sido instructores del ejército yanqui en idénticas técnicas para Vietnam y con el nombre de Plan Fénix.
Haciendo retrospección, veremos que los métodos de la Batalla de Argel fueron exportados por primera vez a la Escuela Superior de Guerra de Buenos Aires en 1959, año en que los militares obligaron al Pte. Arturo Frondizi a expulsar de su gabinete a funcionarios ligados a Rogelio Frigerio, percibido como una amenaza comunista en la Argentina.
Los ejércitos de Francia y nuestro país firmaron entonces un acuerdo para la creación de una misión militar francesa permanente, cuyos asesores se instalaron en Buenos Aires en la sede del Estado Mayor. Todos eran veteranos de Argelia y actuaban con máximo secreto.
Como grandes maestros, los franceses aportaron su ideología a la Escuela de las Américas de Panamá, nombre totalmente asociado a la historia de las dictaduras latinoamericanas creada en 1946 por Estados Unidos y que a mediados de los sesenta se especializó en guerra antisubversiva aduciendo la lucha contra el comunismo, término hoy reemplazado por el de terrorismo.
Con sesenta mil oficiales latinoamericanos entrenados en esta "Escuela para Dictadores", la guerra moderna concibió la Operación Fénix, una copia de la Batalla de Argel.
El resultado fue trágico con un mínimo de veinte mil civiles asesinados.
La importancia de la inteligencia en este prototipo de guerra era cómo obtenerla y explotarla. Explicaba la tortura. Tomaba prisioneros y se los obligaba a hablar. El que se resistía era sometido a sufrimientos físicos y mortales.
La importancia de la inteligencia en este prototipo de guerra era cómo obtenerla y explotarla. Explicaba la tortura. Tomaba prisioneros y se los obligaba a hablar. El que se resistía era sometido a sufrimientos físicos y mortales.
Su problema consistía en qué hacer con el prisionero torturado. El maestro torturador era también francés y sus aplicados alumnos fueron enviados a Vietnam.
Conformaron los años más negros de Nuestra América porque cuando todos los países del Cono Sur ya estaban bajo el dominio militar desplegando ejecuciones sumarias, torturas, desapariciones, el 24 de marzo de 1976, el general Rafael Videla y la Junta Militar tomaron el poder en Argentina.
Este dictador, como Stroessner en Paraguay y Pinochet en Chile ejerció una represión feroz en nombre de una lucha establecida contra el comunismo e iluminados por la Estatua de la Libertad.
Si Uribe decidió brindar a su operación el nombre de Fénix en homenaje a tiempos cuando se capturaban personas armadas para asesinarlas, su aprendizaje proviene de un manual titulado La Guerra Moderna cuyo autor es el francés Roger Trinquier, que justifica abiertamente la tortura como arma de lucha antisubversiva, manual de matriz en la Escuela de Guerra de París.
Los primeros alumnos fuimos los argentinos y nos recibimos lamentablemente con medalla de oro.
Los primeros alumnos fuimos los argentinos y nos recibimos lamentablemente con medalla de oro.
El general Alcides López Aufranc, quien participaría en el golpe de Estado de 1976 fue seleccionado en 1957 por el Estado Mayor para iniciarse en la guerra sucia con un mes de práctica en Argelia.
Además se mantuvo una relación estrecha con los militares brasileños porque la dictadura de Brasil auxilió con vocación patriótica la acción del general Pinochet contra Allende, cuando en 1973 la represión se abatió sobre la izquierda chilena y los sobrevivientes relataron que oficiales brasileños dirigían las sesiones de tortura.
Pero volvamos a FRANCIA con Sarkozy, USA con Bush y COLOMBIA con Uribe, esta derecha "democrática" cacareada y admirada por el mundo.
El Comunicado de las FARC (2-III-08) califica a la operación de Uribe de "alevosa, perversa y cínica". En la maniobra fue victimado Raúl Reyes, osado partidario, valioso conductor militar y habilidoso diplomático. Ingresó a Ecuador en misión de paz y estaban en referencia el gobierno de Correa y el de Sarkozi. La orden del Comando Sur fue exterminarlo.
El Comunicado de las fuerzas insurrectas informa en su punto dos que la "misión de Raúl Reyes consistía en lograr, a través del presidente Chávez, un encuentro con Sarkozy. En la entrevista planteaban las vías para liberar doce retenidos y en particular a Ingrid Betancourt.
Pese a la comprometida derivación del asesinato de Reyes, las FARC piden a los presidentes continuar con sus intentos para que el gobierno colombiano instituya una franja libre en los municipios Florida y Pradera a fines de maniobrar el intercambio benefactor e iniciar acuerdos políticos en busca de paz, por eso liberaron a cuatro retenidos.
Uribe rehúsa de acuerdo a su ideología reaccionaria, vínculos con el paramilitarismo, el narcotráfico e inmensos compromisos con EEUU porque la ayuda norteamericana asciende a un monto de mil quinientos millones y las fuerzas armadas colombianas son la séptima dimensión mundial con doscientos cincuenta mil efectivos donde, convertidos en el Israel de América, como dice Chávez, se busca una escapatoria a las dificultades del imperio en movimiento bélico y la reserva mundial más grande de petróleo que está en la República Bolivariana. Indiscutible y maniático anhelo del imperialismo.
Pese a las bifurcaciones de la reunión del Grupo de Río, apacible para Uribe a pesar de su invasión a Ecuador, la Cumbre resultó una magnífica oportunidad para arrojar al rostro de la opinión mundial las cosechas del terrorismo de Estado y sus paramilitares.
Millones de movidos, exterminados de la Unión Patriótica y el Partido Comunista Colombiano, sindicalistas, periodistas, obreros, niños, todo un pueblo bajo la acción de motosierras en manos de paramilitares, dieron lugar a manifestaciones internacionales de millones de personas en el mundo, acusando y contrarrestando la enorme cruzada de descrédito que el imperialismo estimula contra las FARC-EP.
Destino del Ave Sagrada. Perder la contienda e ir a revolcar su plumaje escondida en charcos de barro.
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