La Fiscalía General precluyó las investigaciones que adelantaba en contra del periodista Carlos Lozano y el ex ministro y asesor de paz, Álvaro Leyva, por el presunto delito de rebelión. Sus nombres, junto con el de otras personalidades, aparecieron en los correos electrónicos del computador del cabecilla de la guerrilla de las FARC, alias “Raúl Reyes”, muerto en un bombardeo a su campamento en marzo de 2008.
“Durante la fase instructiva los funcionarios judiciales constataron que tanto Leyva como Lozano figuraban en los archivos del extinto jefe guerrillero, en calidad de impulsores de procesos de reconciliación y como gestores de acciones humanitarias avaladas por el Gobierno Nacional respectivo”, señaló el comunicado del ente acusador, quien recaudó numerosos testimonios, entre ellos el de dos ex presidentes.
Leyva, quien intervino para que las FARC devolvieran los cadáveres de los once diputados del Valle, asesinados por los guerrilleros en junio de 2007, ha adelantado junto con Lozano, director del Semanario Voz, órganos del partido Comunista, gestiones en busca de acercamientos de paz y últimamente en busca de la realización de un acuerdo humanitario.
“Lo recibo muy contento, muy feliz, porque nos quitamos de encima el peso de un proceso judicial injusto, que se montó bajo presiones del Gobierno Nacional y de los organismos de seguridad del Estado”, afirmó Lozano, quien le contó a EL DIARIO/LA PRENSA que comparte el mismo sentimiento con Leyva, quien se comunico con él desde fuera del país.
El periodista se declaró satisfecho por la actuación independiente de la Fiscalía y negó cualquier pretensión de demandar al Estado, pero sí anunció que le exigirá al presidente Álvaro Uribe, se retracte de la acusación pública que le hizo de ser un aliado de los terroristas. “No me anima ninguna actitud retaliatoria, pero sí que mi buen nombre quede incólume”.
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