El presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya ha denunciado la represión militar de la que ha sido víctima el pueblo que, desde el día en que le propinaron un golpe de Estado a su Gobierno, se ha mantenido en las calles en exigencia del retorno de la constitucionalidad.
El Gobierno de facto hondureño detuvo al padre del joven que murió el pasado domingo, cuando fuerzas militares golpistas arremetieron contra una manifestación que esperaba el regreso del presidente legítimo Manuel Zelaya en el aeropuerto de Toncontín, Tegucigalpa.
José Murillo, padre del joven Isy Obed Murillo de 19 años, fue detenido el jueves en Tegucigalpa por la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) que sigue ordenes del gobierno de facto.
Un portavoz de DNIC explicó que la detención de produjo porque sobre Murillo pesaba una orden de captura desde el 2007, cuando un tribunal de justicia lo declaró "en rebeldía".
Esa determinación judicial se le impuso por haber "violado la libertad condicional" que se le dictó en 2004, tras haber sido acusado de un intento de homicidio, del que no se suministraron detalles.
Ahora se espera que un tribunal en Juticalpa (este), que también obedece al gobierno de facto, determine si continúa en libertad o se le encarcela.
La familia de José Murillo ya buscó un abogado para el caso, según informó una de las hijas del detenido, que no se identificó.
El joven Isy Obed Murillo murió de un disparo, el pasado domingo, cuando militares golpistas hondureños atacaron a tiros y con bombas lacrimógenas a seguidores del presidente Zelaya, que lo esperaban ansiosos, mientras él intentaba ingresar a la pista del aeropuerto de Tegucigalpa.
Imágenes difundidas por teleSUR demostraron que se trató de una emboscada, pues los militares permitieron el ingreso de los manifestantes al aeropuerto internacional de Toncontín y luego arremetieron contra ellos. En la pista estuvieron militares en posición de combate.
El gobierno de facto colocó diferentes obstáculos en la pista que impidieron el aterrizaje del presidente legítimo de Honduras.
El presidente Manuel Zelaya impulsaba en la nación una convocatoria a una consulta popular no vinculante, en la que los hondureños dirían si estaban de acuerdo o no con la colocación de una cuarta urna en las elecciones del próximo 29 de noviembre.
Esta iniciativa fue rechazada por el Parlamento de la nación y a partir de ese momento comenzaron los movimientos golpistas.
El mandatario Zelaya fue secuestrado y obligado a abandonar el país en la madrugada del domingo 28 de junio. Fuerzas Militares lo trasladaron a Costa Rica y se instauró el Gobierno de facto de Roberto Micheletti, quien hasta ese momento ejercía la presidencia del Congreso.
Las denuncias de la represión militar que se vive en Honduras son cada vez son mayores. El pueblo ha sido víctimas de cortes de electricidad, agua y el acceso a la información a través de los medios de comunicación ha sido totalmente bloqueado.
El Gobierno de facto hondureño detuvo al padre del joven que murió el pasado domingo, cuando fuerzas militares golpistas arremetieron contra una manifestación que esperaba el regreso del presidente legítimo Manuel Zelaya en el aeropuerto de Toncontín, Tegucigalpa.
José Murillo, padre del joven Isy Obed Murillo de 19 años, fue detenido el jueves en Tegucigalpa por la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) que sigue ordenes del gobierno de facto.
Un portavoz de DNIC explicó que la detención de produjo porque sobre Murillo pesaba una orden de captura desde el 2007, cuando un tribunal de justicia lo declaró "en rebeldía".
Esa determinación judicial se le impuso por haber "violado la libertad condicional" que se le dictó en 2004, tras haber sido acusado de un intento de homicidio, del que no se suministraron detalles.
Ahora se espera que un tribunal en Juticalpa (este), que también obedece al gobierno de facto, determine si continúa en libertad o se le encarcela.
La familia de José Murillo ya buscó un abogado para el caso, según informó una de las hijas del detenido, que no se identificó.
El joven Isy Obed Murillo murió de un disparo, el pasado domingo, cuando militares golpistas hondureños atacaron a tiros y con bombas lacrimógenas a seguidores del presidente Zelaya, que lo esperaban ansiosos, mientras él intentaba ingresar a la pista del aeropuerto de Tegucigalpa.
Imágenes difundidas por teleSUR demostraron que se trató de una emboscada, pues los militares permitieron el ingreso de los manifestantes al aeropuerto internacional de Toncontín y luego arremetieron contra ellos. En la pista estuvieron militares en posición de combate.
El gobierno de facto colocó diferentes obstáculos en la pista que impidieron el aterrizaje del presidente legítimo de Honduras.
El presidente Manuel Zelaya impulsaba en la nación una convocatoria a una consulta popular no vinculante, en la que los hondureños dirían si estaban de acuerdo o no con la colocación de una cuarta urna en las elecciones del próximo 29 de noviembre.
Esta iniciativa fue rechazada por el Parlamento de la nación y a partir de ese momento comenzaron los movimientos golpistas.
El mandatario Zelaya fue secuestrado y obligado a abandonar el país en la madrugada del domingo 28 de junio. Fuerzas Militares lo trasladaron a Costa Rica y se instauró el Gobierno de facto de Roberto Micheletti, quien hasta ese momento ejercía la presidencia del Congreso.
Las denuncias de la represión militar que se vive en Honduras son cada vez son mayores. El pueblo ha sido víctimas de cortes de electricidad, agua y el acceso a la información a través de los medios de comunicación ha sido totalmente bloqueado.
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