Entrevista con PATRICK DELY, uno de los casi mil haitianos de las clases populares en la isla caribeña que han sido graduados en la Escuela Latinoamericana de Medicina en la Habana, ELAM. Hoy más que nunca son necesitados después del devastador terremoto el 12 de enero este año. En Puerto Príncipe conversamos con Patrick en el campamento de la Brigada Médica Cubana.
PUERTO PRÍNCIPE / El sol arde en el “cocolito” cuando entramos al antiguo hospital militar en Puerto Príncipe. El hospital ya no esta al servicio de los militares o policías sino es administrado por la Brigada Médica Cubana.
Hay una larga fila de mujeres, hombres, niños y viejitos que buscan los médicos y médicas cubanos por que “están en un nivel superior en donde ninguno de los médicos haitianos o cualquier otro médico extranjero que se encuentran en Haití, puede llegar”.
– Es como en fútbol, el equipo de uno es lo mejor, no importa si es derrotado y cae a la otra división. Lo mismo con los cubanos con la diferencia que nunca pierden, son los mejores por que no piensan como sacarle a uno el último billete en medio de la miseria y insalubridad que nos encontramos en Haití.
Lo dice un hombre de unos 30 años con una niña de aproximadamente tres años de edad que tiene en los brazos. La niña tiene bronquitis y los dos viven en uno de los campamentos al lado de la casi desplomada Casa Presidencial. Esta preocupado por que la flema en la garganta de la niña no quiere desaparecer. Por eso ha ido hoy al hospital militar para que los médicos cubanos hagan un diagnóstico a la niña.
DIEZ AÑOS TRABAJANDO EN HAITÍ
Y así dice todos los haitianos. El amor a estos locos cubanos que a veces gritan más que hablan y que parecen peleando terriblemente entre ellos mismos, es muy grande. El haitiano sabe que no ha llegado después del terremoto sino han estado más de diez años en Haití. Encima sus hombros cargan más de 70 por ciento del sector público de salud y van a los lugares más inhóspitos que se puede imaginar donde nunca van los médicos nacionales.
La salsa hace vibrar los techos de lonas que los cubanos han amarrado encima las carpas. Y bajo una de esas lonas nos sentamos para conversar con Patrick Dely, un joven haitiano y sonriente que cuando pasó el terremoto el 12 de enero se encontraba cómodamente mirando la televisión en Cuba. Ahí estuvo para capacitarse en una especialidad. Ya se había graduado con el primer contingente que salió de ELAM el 2005. En 1999, durante la Cumbre de Jefes de Estado de Iberoamérica, Fidel inauguró la Escuela Latinoamericana de Medicina.
“TRINCHERA MEDICAL”
– Es como en fútbol, el equipo de uno es lo mejor, no importa si es derrotado y cae a la otra división. Lo mismo con los cubanos con la diferencia que nunca pierden, son los mejores por que no piensan como sacarle a uno el último billete en medio de la miseria y insalubridad que nos encontramos en Haití.
Lo dice un hombre de unos 30 años con una niña de aproximadamente tres años de edad que tiene en los brazos. La niña tiene bronquitis y los dos viven en uno de los campamentos al lado de la casi desplomada Casa Presidencial. Esta preocupado por que la flema en la garganta de la niña no quiere desaparecer. Por eso ha ido hoy al hospital militar para que los médicos cubanos hagan un diagnóstico a la niña.
DIEZ AÑOS TRABAJANDO EN HAITÍ
Y así dice todos los haitianos. El amor a estos locos cubanos que a veces gritan más que hablan y que parecen peleando terriblemente entre ellos mismos, es muy grande. El haitiano sabe que no ha llegado después del terremoto sino han estado más de diez años en Haití. Encima sus hombros cargan más de 70 por ciento del sector público de salud y van a los lugares más inhóspitos que se puede imaginar donde nunca van los médicos nacionales.
La salsa hace vibrar los techos de lonas que los cubanos han amarrado encima las carpas. Y bajo una de esas lonas nos sentamos para conversar con Patrick Dely, un joven haitiano y sonriente que cuando pasó el terremoto el 12 de enero se encontraba cómodamente mirando la televisión en Cuba. Ahí estuvo para capacitarse en una especialidad. Ya se había graduado con el primer contingente que salió de ELAM el 2005. En 1999, durante la Cumbre de Jefes de Estado de Iberoamérica, Fidel inauguró la Escuela Latinoamericana de Medicina.
“TRINCHERA MEDICAL”
Estudiantes graduados. Cortesia Juventud Rebelde |
050820 Primer contingente. Cortesía: Juventud Rebelde |
Fue a final del Periodo Especial, quizás la época más dura en la existencia de la Revolución Cubana ¡“pero que”! estos cubanos ni siquiera podían imaginarse un “Plan de ajuste” como dicen los neoliberales, que no es otra cosa que botar a la calle una cantidad enorme de trabajadores para que haya un “equilibrio en la economía”, como dice Robert Zoellick y sus colegas en FMI y el Banco Mundial. Los cubanos hicieron al revés e invirtieron los medios necesarios para recibir 3500 jóvenes de Latinoamérica que en forma gratuita vivían, comían y estudiaron durante seis años en donde se volvieron médicos. Y uno de ellos era Patrick.
Once años después se encuentra en la “Trinchera Medical” para dar todo a sus compatriotas que sufren y luchan para regresar a una vida digna.
– Cuando vi las imágenes en el televisor se me salieron las lágrimas, cuenta. No puedo estar sentado acá, tengo que irme a Haití para estar al lado mi pueblo.
700 MÉDICOS CUBANOS ANTES EL TERREMOTO
Antes del terremoto la Brigada Médica Cubana contaba con unos 700 médicos y un personal variado. Pero las autoridades cubanas no vacilaban de enviar varios centenares más para así reforzar la Brigada.
Pero con ella llegaron también muchos jóvenes médicos de diferentes partes de Latinoamérica que tenía en común que todos habían salido graduado en ELAM.
¿Por qué se arriesgaron sus vidas y por que no dudaron de subir al primer avión cubano o venezolano rumbo a Puerto Príncipe en ruinas? Pues, es muy sencillo, dice Patrick, los años en ELAM te da no solamente un titulo como médico, sino te convierte en un ser humano que piensa en su prójimo, la solidaridad es lo central.
Un Hombre Nuevo, como también decía el Che y Antón Makarenko, el pedagogo soviético que 1918, sin nada de recursos materiales, recibió la tarea del joven gobierno revolucionario de salir al campo con unos jóvenes gangsters de San Petersburgo que posteriormente volvieron ingenieros, científicos, profesores o médicos. Pero primero pasaron por “La Colonia Gorkij”.
¿DÓNDE EMPEZAR?
Para Patrick le dolió muchísimo darse cuenta que las casas de los amigos, las tías o la novia ya no están donde estaban antes el 12 de enero. “La escuela donde estudiaba como niño cayó y no está”, relata con tristeza.
Muchos de los habitantes en la capital también ya no están y ese chock es muy fuerte para muchos. Confirma que las heridas hoy en Haití es sobre todo psícosociales. Para esas heridas y enfermedades hay muy poca atención.
VENEZOLANOS Y CUBANOS EN COMPETENCIA
No era ninguna sorpresa o casualidad que el primer avión con asistencia de primera emergencia que aterrizó en Puerto Príncipe después del terremoto fue un avión venezolano. Media hora después le tocó un avión cubano. Pero muchos haitianos también cuentan con la solidaridad de los pueblos del Caribe, pese a la pobreza en que se encuentran, más la crisis internacional, asistieron con todo el amor y fuerza para asistir a sus vecinos haitianos.
Los gringos ya estaban también listos, pero más por la guerra y la ocupación militar de Haití que de una asistencia humana y de salud.
Once años después se encuentra en la “Trinchera Medical” para dar todo a sus compatriotas que sufren y luchan para regresar a una vida digna.
– Cuando vi las imágenes en el televisor se me salieron las lágrimas, cuenta. No puedo estar sentado acá, tengo que irme a Haití para estar al lado mi pueblo.
700 MÉDICOS CUBANOS ANTES EL TERREMOTO
Antes del terremoto la Brigada Médica Cubana contaba con unos 700 médicos y un personal variado. Pero las autoridades cubanas no vacilaban de enviar varios centenares más para así reforzar la Brigada.
Pero con ella llegaron también muchos jóvenes médicos de diferentes partes de Latinoamérica que tenía en común que todos habían salido graduado en ELAM.
¿Por qué se arriesgaron sus vidas y por que no dudaron de subir al primer avión cubano o venezolano rumbo a Puerto Príncipe en ruinas? Pues, es muy sencillo, dice Patrick, los años en ELAM te da no solamente un titulo como médico, sino te convierte en un ser humano que piensa en su prójimo, la solidaridad es lo central.
Un Hombre Nuevo, como también decía el Che y Antón Makarenko, el pedagogo soviético que 1918, sin nada de recursos materiales, recibió la tarea del joven gobierno revolucionario de salir al campo con unos jóvenes gangsters de San Petersburgo que posteriormente volvieron ingenieros, científicos, profesores o médicos. Pero primero pasaron por “La Colonia Gorkij”.
¿DÓNDE EMPEZAR?
Para Patrick le dolió muchísimo darse cuenta que las casas de los amigos, las tías o la novia ya no están donde estaban antes el 12 de enero. “La escuela donde estudiaba como niño cayó y no está”, relata con tristeza.
Muchos de los habitantes en la capital también ya no están y ese chock es muy fuerte para muchos. Confirma que las heridas hoy en Haití es sobre todo psícosociales. Para esas heridas y enfermedades hay muy poca atención.
VENEZOLANOS Y CUBANOS EN COMPETENCIA
No era ninguna sorpresa o casualidad que el primer avión con asistencia de primera emergencia que aterrizó en Puerto Príncipe después del terremoto fue un avión venezolano. Media hora después le tocó un avión cubano. Pero muchos haitianos también cuentan con la solidaridad de los pueblos del Caribe, pese a la pobreza en que se encuentran, más la crisis internacional, asistieron con todo el amor y fuerza para asistir a sus vecinos haitianos.
Los gringos ya estaban también listos, pero más por la guerra y la ocupación militar de Haití que de una asistencia humana y de salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario