No era extraño que la mafia mediática, política y económica de este país nuevamente colocara un títere con deseos de ser gobernante de una improvisada colonia gringa. Es grato poder gritar nuevamente y con el sueño en alto de que hoy más que nunca es necesario convertir la subversión en un hecho de acción inmediata, en contra de las cadenas invisibles de los poderes malignos que no dejan que se realice, y cumpla el gran pacto político que necesita nuestra gente.
Es necesario establecer las nuevas formas de lucha, y que se convine nuestra razón con el corazón para que desde allí podamos engrosar las listas de la nueva generación que llama a la abstención activa, que se demuestra en más del 50% de la población que puede votar, es decir que por hecho la abstención se convierte en una opinión clara de lo que piensa nuestra gente, como lo han hecho en el paso sin tenernos en cuenta. Es importante redefinir las ideologías y reincorporar la historia al presente para que desde allí nuestra aglomeración pueda reflexionar y pelear como fiera sus propios derechos que son los nuestros mismos.
Ingrato suceso vive Colombia con el triunfo de la Casa Santos, que hoy esta festejando la vuelta al pasado, un Frente Nacional se ha postulado con las banderas del imperialismo fascista que gobierna a este humilde país desde hace mucho tiempo atrás y que hoy lo tienen a la víspera de una gran catástrofe social.
Nuevamente, triunfa la estrategia maquiavélica de una organización al estilo de las sicilianas o mejor aún, la copia vil de las antiguas formas de terrorismo de estado que hemos vivido, estrategia planeada, planteada y puesta en marcha desde los años ochenta luego del asesinato del padre del señor Uribe Vélez, desde allí se realiza la conformación del gran bloque que hoy gobierna y seguirá gobernando a Colombia.
Colombianos que la bendición de los padres tutelares, que el mismo santísimo del sagrado corazón de Jesús y la pachamamá nos convoque a la última lucha por la salvación de la raza humana en Colombia, y sobre todo la dignidad que aún nos queda por salvar.
Víctor Jiménez
Es necesario establecer las nuevas formas de lucha, y que se convine nuestra razón con el corazón para que desde allí podamos engrosar las listas de la nueva generación que llama a la abstención activa, que se demuestra en más del 50% de la población que puede votar, es decir que por hecho la abstención se convierte en una opinión clara de lo que piensa nuestra gente, como lo han hecho en el paso sin tenernos en cuenta. Es importante redefinir las ideologías y reincorporar la historia al presente para que desde allí nuestra aglomeración pueda reflexionar y pelear como fiera sus propios derechos que son los nuestros mismos.
Ingrato suceso vive Colombia con el triunfo de la Casa Santos, que hoy esta festejando la vuelta al pasado, un Frente Nacional se ha postulado con las banderas del imperialismo fascista que gobierna a este humilde país desde hace mucho tiempo atrás y que hoy lo tienen a la víspera de una gran catástrofe social.
Nuevamente, triunfa la estrategia maquiavélica de una organización al estilo de las sicilianas o mejor aún, la copia vil de las antiguas formas de terrorismo de estado que hemos vivido, estrategia planeada, planteada y puesta en marcha desde los años ochenta luego del asesinato del padre del señor Uribe Vélez, desde allí se realiza la conformación del gran bloque que hoy gobierna y seguirá gobernando a Colombia.
Colombianos que la bendición de los padres tutelares, que el mismo santísimo del sagrado corazón de Jesús y la pachamamá nos convoque a la última lucha por la salvación de la raza humana en Colombia, y sobre todo la dignidad que aún nos queda por salvar.
Víctor Jiménez
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