Con la muerte del máximo líder de las Farc, Manuel Marulanda, Raúl Reyes, e Iván Ríos, justo cuando el ejército insurgente cumple 45 años, el mundo entero se pregunta cuál será el destino de esta agrupación: ''Posiblemente sea el de seguir luchando''.
TeleSUR
La guerrilla más antigua y numerosa de América Latina, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), cumplen 45 años este miércoles 27 de mayo, tiempo en el que se han mantenido en pie de lucha hacia una búsqueda de reconocimiento como actores políticos, a pesar de la muerte de sus principales líderes.
A grandes rasgos, los orígenes de las FARC pueden ubicarse el 9 de abril de 1948, en Bogotá, cuando en una concentración popular una mano asesina segó la vida de Jorge Eliécer Gaitán, líder popular del partido Liberal, que encarnaba las aspiraciones de justicia de la inmensa mayoría humilde de Colombia.
Este acontecimiento desató la furia del pueblo, que durante tres días incendió Bogotá, buscando a quien cobrar su rabia, y abrió paso a un período de violencia que aún no ha cesado.
A pesar de que el presidente colombiano, Álvaro Uribe, se ha negado hasta ahora a otorgarles ese reconocimiento como actores políticos, cinco presidentes en el período de 20 años comprendido entre 1982 y 2002, admitieron el carácter político del conflicto armado colombiano y les reconocieron, de hecho, esa condición.
Asimismo, en la medida de sus circunstancias procuraron acuerdos de paz con el grupo insurgente, que aunque no tuvieran muchos resultados, intentaron trazar un camino hacia la paz en la nación.
Tras el Bogotazo, como fue bautizado ese acontecimiento histórico, el gobierno del presidente conservador Mariano Ospina Pérez reprime la violencia. Los liberales, derrotados, se retiraron a los campos y organizan la resistencia junto a los comunistas.
En los años sucesivos proliferaron los grupos armados de distinto signo y la violencia bipartidista se generalizó en el país, hasta que en junio de 1953, el General Gustavo Rojas Pinilla, en un incruento golpe de Estado que contó con la aprobación de liberales y conservadores, se hace del poder con el lema de la pacificación.
Tres meses después, con una oferta de amnistía para los alzados en armas, logra que las guerrillas liberales firmen un armisticio.
Nacimiento en Marquetalia
Las guerrillas comunistas permanecieron activas y se hicieron fuertes especialmente en Marquetalia, un área rural ubicada en medio de la cordillera andina, en el sur del Departamento de Tolima, en el centro-occidente del país.
Pero diez años después, en 1964, el presidente Guillermo León Valencia, autorizado por el Congreso, ordenó una operación militar destinada a liquidar a esos grupos armados, acusándolos de crear una "República independiente". La ofensiva no logró su objetivo y en respuesta, el 27 de mayo nacen las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército Popular (Farc- EP).
Dos meses más tarde, el 4 de julio, en el municipio de Simacota, Departamento de Santander, surge el Ejército de Liberación Nacional (ELN), cuantitativamente la segunda fuerza guerrillera de Colombia.
Belisario Betancourt busca una solución
Tras dos décadas de conflicto, se produjo la primera reacción del Estado colombiano en la búsqueda de una solución y fue durante la presidencia Belisario Betancourt cuando se firmó el primer cese bilateral de fuegos entre las Farc-EP y el Gobierno, el 28 de mayo de 1984, en el Departamento del Meta.
El acuerdo, que contemplaba la constitución de una Comisión Nacional de Verificación de los acuerdos, fue suscrito por Manuel Marulanda, por parte de los insurgentes y por el propio presidente Betancourt.
También incluía la verificación períodos de prueba y de cese de los enfrentamientos, garantías y estímulos para la incorporación a la vida política y social además de reformas políticas y sociales.
El convenio, ratificado en marzo de 1986, estuvo antecedido por la Ley 35, de agosto de 1982, promulgada por el propio Betancourt, que planteaba la amnistía para los alzados en armas y normas para reestablecer y preservar la paz en Colombia.
En virtud de este acuerdo, nace la Unión Patriótica, agrupación política integrada por el partido comunista y otras organizaciones de izquierda, cuyas filas, al poco tiempo, fueron diezmadas por las fuerzas de seguridad del Estado y los nacientes grupos paramilitares. Cerca de 5 mil dirigentes y cuadros políticos fueron asesinados.
La línea de la participación civil y democrática en los asuntos políticos, ofrecida a los insurgentes como alternativa a la vía armada, quedó cerrada. No hubo garantías.
FARC, Gaviria y la Operación Centauro
Este proceso en búsqueda de la paz se interrumpió el 9 de diciembre de 1990, cuando el recién nombrado presidente César Gaviria, tratando de sorprender al alto mando de las FARC-EP, ordena la "Operación Centauro", contra la sede del Secretariado de la organización, en La Uribe, Departamento del Meta. La acción no tuvo éxito.
A pesar de todo, las FARC-EP y el gobierno de Gaviria retoman las conversaciones, y el 15 de mayo de 1991 se reúnen en Cravo Norte (Departamento de Arauca), luego continúan en Caracas, en septiembre y octubre de ese año, y más tarde en Tlaxcala, México, donde celebran dos nuevos encuentros: uno el 10 de marzo de 1992, y el otro el 10 de octubre. Pero el 31 de Octubre, en Bogotá, Gaviria declara rotas las negociaciones y decreta "guerra integral" contra la guerrilla.
Por su parte, en la mitad de su gobierno, el 12 agosto de 1996, el presidente Samper anunció por radio y televisión la formación de una "misión exploratoria" encargada de "definir los términos y condiciones" dentro de los cuales "podría celebrarse una primera negociación de paz" con los grupos en armas, pero a la iniciativa no cristalizó.
Samper mostró en varias ocasiones su interés por el proceso de paz celebrado en Guatemala, que concluyó exitosamente a fines de 1996.
De los antecesores de Uribe, quizá fue Andrés Pastrana quien llegó más lejos en la búsqueda de acuerdos con los grupos armados.
Este presidente se reunió en tres ocasiones, en la selva colombiana, con el, para entonces, jefe de las Farc-EP, Manuel Marulanda, con quien firmó la Agenda Común por el Cambio hacia una nueva Colombia, documento contentivo de 12 puntos que definen la perspectiva de un diálogo sobre los fundamentos para la construcción de un nuevo país.
El proceso de negociaciones entre el Gobierno de Pastrana y las Farc-EP duro tres años, y terminó sin concreciones pero con el registro de una importante experiencia.
Uribe, otra historia
Según la agencia de noticias venezolana ABN, en la actualidad, cuando transcurre otro mandato de Álvaro Uribe, "ya no existe duda alguna de que su gobierno continuará en completa subordinación a las políticas de seguridad de Washington".
Con la muerte del máximo líder de las FARC, Manuel Marulanda, que se une a la de otros miembros de su dirección como Raúl Reyes, fallecido en la incursión ilegal a Ecuador por parte de tropas colombianas, en marzo de 2008, e Iván Ríos, justo cuando el ejército insurgente cumple 45 años, el mundo entero se pregunta cuál será el destino de esta agrupación.
La agencia venezolana concluyó: "Es probable que la respuesta sea simple: seguir luchando".
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