Por: Agencia Bolivariana de Noticias (ABN)
Fecha de publicación: 28/12/08 Washington, 28 Dic ABN.- Dentro y fuera del Congreso de Estados Unidos y medio siglo después de la Revolución cubana, crecen las voces para flexibilizar el embargo unilateral contra Cuba, que ha sido durante 46 años el eje de la política exterior de Washington hacia la isla.
Para sus críticos, el embargo no es más que una reliquia de la Guerra Fría y un cambio democrático en la isla sólo se conseguiría con una mayor apertura y contactos directos con el pueblo cubano, reseñó la agencia EFE.
Tras el derribo de dos aviones del grupo anticastrista Hermanos al Rescate, el Congreso aprobó en 1996 la ley Helms-Burton que recrudeció el embargo al incluir sanciones a empresas extranjeras que comercian con Cuba.
Esa medida fue repudiada por la comunidad internacional, y varios países promulgaron leyes para contrarrestar sus aspectos extraterritoriales.
Cincuenta años después, el embargo sigue siendo el eje de las inexistentes relaciones entre Washington y La Habana, marcadas por un vaivén de desencuentros debido a la Guerra Fría, durante la que incluso se acusó a Cuba de exportar revoluciones a América Latina.
Una de las mayores confrontaciones de la Guerra Fría fue la "crisis de los misiles", que en 1962 puso a Estados Unidos y la Unión Soviética al borde de una guerra nuclear por la instalación en Cuba de bases para misiles soviéticos. La crisis se resolvió con la mediación de Naciones Unidas.
La Unión Soviética colapsó en 1991 pero "Estados Unidos se ha quedado estancado en la Guerra Fría", dijo a EFE Wayne Smith, ex jefe de la sección de intereses de Estados Unidos en Cuba.
"La Revolución ha sobrevivido...los cubanos quieren mejorar sus condiciones de vida, pero sigue habiendo respeto por la Revolución" señaló Smith, quien considera que los políticos en Estados Unidos "no han podido perdonar que (Fidel) Castro los haya desafiado y se haya salido con la suya".
"Estados Unidos ha mantenido una actitud que ya no se justifica, pero creo que esos viejos resentimientos se están disipando y que veremos cambios con la Administración Obama", porque Obama "no tiene los problemillas psicológicos (respecto a Cuba) que han tenido sus antecesores", afirmó.
"No espero milagros pero sí cambios paulatinos, porque aumenta el entendimiento de que eliminar las restricciones de viajes nos pondría en el camino correcto para normalizar las relaciones con Cuba", observó.
Smith lidera la Coalición de Emergencia para Defender los Viajes Académicos (ECDET), que representa a más de 450 líderes académicos de todo Estados Unidos y favorece levantar la veda de 2004 a los viajes académicos.
El Cuba Study Group, uno de los principales grupos del exilio cubano, va más allá: pide que Estados Unidos levante las restricciones de viajes y remesas no sólo para los cubanoamericanos -como prometió Obama- sino también "para todos los estadounidenses".
En el Congreso, legisladores como el demócrata Charles Rangel (Nueva York) o el republicano Jeff Flake (Arizona), también se oponen al embargo.
El conservador Instituto Cato advierte de que el embargo no sólo perjudica a las empresas que ven en Cuba a un mercado potencial para sus bienes y servicios sino que viola las libertades de los estadounidenses.
Los estadounidenses pueden viajar a Corea del Norte o a China comunista, "pero una ley nos prohíbe poner un pie en Cuba. El embargo nos está costando dinero todos los días", dijo a Efe Dan Griswold, director del Centro para Estudios de Política Comercial del Instituto Cato.
"Al menos con la Guerra Fría había una justificación (del embargo) por las preocupaciones sobre nuestra seguridad nacional, pero el embargo simplemente no ha logrado lo que sus promotores prometieron: un verdadero cambio en el régimen cubano", enfatizó.
"De hecho, el embargo ha afianzado al régimen de Castro, porque le ha dado una excusa útil por sus fracasos", agregó Griswold, quien calcula que el embargo ocasiona pérdidas de hasta mil 200 millones de dólares en potenciales exportaciones a la isla.
Las expectativas para un deshielo también tienen eco en grupos como el American Farm Bureau, que busca más oportunidades de exportaciones agrícolas a la isla.
Durante 17 años consecutivos, la Asamblea General de la ONU votó a favor de levantar el embargo, aunque Estados Unidos siempre ha vetado la propuesta.
Si es fiel a sus promesas electorales, Obama abrirá la puerta a un cambio en lo que, según los críticos, ha sido una fallida política hacia Cuba.
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